Llego el mes tan esperado por mi, este octubre tiene un simbolismo muy profundo el paso de la decepción al luto y del luto al renacimiento.
Siempre dije que soy una flor de verano, florezco en primavera cuando los rayos del sol revitalizan mi piel, mi pelo, me siento bien, me gusta el calor, me gusta el sol, me gusta imaginarme un lugar cubierto de flores (no tanto de mariposas ya que no me agradan) , Octubre es el mes donde dije Basta al sometimiento.
Septiembre y octubre son los meses donde empieza a salir el pimpollo que terminará siendo flor, el agua y el sol son la fuente de alimento, lo siento en el aire, el sex appeal se va incrustando por mi piel, desplego una sonrisa natural , de felicidad, mis grandes ojos adoptan una forma chinesca por la constante risa y mi piel se vuelve luminosa, suave y fuerte. Típico empiezan a florecer los romances, toda la energía se libera y el mundo está ahí para introducir los cambios...
Pensaba en las muchas personas que nos sentimos bien y joviales con los días primaverales y el verano, fue en octubre cuando apareció una de las personas que marcó a esta tigresa y la hizo caer en las redes del amor, logrando por primera vez una conexión total y equilibrio absoluto con mi ser.. entre tigres nos entendemos, entre tigres lo mas arriesgado que nos puede pasar es lastimarnos con las garras, así te recuerdo y me quedo con ese momento donde sucumbí ante tus lindos ojos celestes.
Empieza a florecer el alma, creyendo que jamás volvería a sentir ese calor en el corazón , apareció un el tigre que me trajo de vuelta al mundo, jugamos en la extensa jungla cual cachorros y nos entregamos sentimientos mutuos, pero el miedo a conocer las debilidades del otro terminó siendo motivo suficiente para dejar todo en stand by. Sin embargo, recuerdo que en ese momento me trajiste de vuelta, despertaste la mujer que siempre fui y que procuré ser a lo largo de todo este año.
Recuerdo sentirme una muñequita, sonriente, mirada inexpresiva, recuerdo sentirme con muchos miedos dentro mío, inseguridades, no es fácil volver a la jungla siendo un gatito domesticado. Sin garras, sin instinto, sin saber como interpretar el movimiento de los bigotes y con grandes probabilidades de perder una de las vidas felinas en el intento de caer bien parada.
Puedo decir que el cuerpo jamás olvida, y la mente se encarga de guardar información que en el momento que necesitemos , recordaremos a la perfección.
Por mero instinto las garras crecieron, los ojos se enfocaron, los colmillos crecieron y el cuerpo agazapado esperaba para dar el golpe en el momento justo. No puedo explicar como sin darnos cuenta empezamos a recordar la exacta forma de movernos para no ahuyentar a la presa. Somos más sabios sabemos que la rama que cruje probablemente no soportará nuestro pero cuando deseemos pasar sobre ella, pero también aprendimos que podemos saltar más alto de lo que creíamos y que podemos llegar hasta donde antes creíamos era imposible.
Aprendemos que nuestro cuerpo habla y que la energía se revitaliza cuando termínanos de tocar fondo.
Yo aprendí que un tropiezo por más grande que sea debe alentarme a levantarme y seguir caminando, solo prestando un poco más de atención para evitar lastimaduras grandes.
SOBRE LA AMISTAD
ResponderEliminarExiste cierta inseguridad cuando uno no se siente correspondido en el amor.
Es una verdadera objeción, cuando no se enfrenta uno con la realidad.
¿Si no soy amado, para qué seguir buscando el objeto que amo?
¿No es mejor cambiar de objeto?
Mas como el amor sólo conduce a lo semejante,
es imposible no buscar sino lo semejante.
De ahí, descubrimos que la amistad puede ser un mito,
una leyenda, un cuento;
pero también que es una necesidad del espíritu humano.
Se trata de identificación con lo que se ama;
si amo la piedra, la siento palpitar en mí;
si amo la vida, siento que es parte mía y yo parte de ella.
¿Cómo puede darse la identificación entre dos personas?
Si la amistad es "un alma en dos cuerpos",
quiere decir que esos cuerpos naturalmente separados
tienden a unirse por algo que les es común.
Y mientras más puntos de unión tengan,
más semejantes serán hasta alcanzar la identificación,
que es el ideal supremo de la amistad.
Recien leo esto, me parece algo muy interesante lo que escribiste
ResponderEliminarLady Sonrisitas,
ResponderEliminarpor qué te parece interesante?
Me llamó la atención lo siguiente que escribiste;
"Yo aprendí que un tropiezo por más grande que sea debe alentarme a levantarme y seguir caminando, solo prestando un poco más de atención para evitar lastimaduras grandes"
Lady Sonrisitas, yo acabo de sufrir un tropiezo, Una gran caída. Hago un gran esfuerzo por levantarme ,pero aún no he aprendido a ser lo suficientemente atento para evitar que me lastimen.
Tardaste mucho en responder a mi comentario. Supongo que no entras a tu blog muy frecuentemente.
Saludos para vos.
Leí todo lo que has escrito en este espacio.
Gusto en conocerte a través de tus letras.
Cuál es tu nombre?
Estaremos en contacto?
EL SEMBRADOR
ResponderEliminarDedicatoria:
Para ti,
que aún crees en el amor
y tienes la fuerza suficiente para soñar.
Para ti,
que embelleces el mundo
con tu existencia.
Para ti,
cuya actitud interna
refleja los más nobles ideales.
Para ti,
que aún en las peores condiciones
luchas incansablemente por salir siempre adelante.
Para ti,
ante cuyos ojos
no pasa desapercibido
el maravilloso mundo de Dios.
Para ti
escribo este sencillo cuento,
con el propósito sincero
de que sea una FUENTE DE ALIENTO
para tus mas altas esperanzas.
I
Erase una vez
un sembrador que sembró semillas de amor
en el corazón de un bosque.
Cada día
las regaba con amorosa ternura
y arrancaba las malas hierbas
que nacían a su alrededor.
Las protegía de los vientos y de las tormentas
y nunca dejaba de ver por ellas
porque las amaba.
Cada segundo que transcurría
era para él, una oportunidad de amar.
Cada instante de vida
era un signo de amor
que no dejaba escapar.
Tan singular disposición de cariño
reflejaba
su gran sentido de responsabilidad.
La capacidad de amar del sembrador
era una gran bendición del cielo
para las semillas.
Y para el sembrador,
vivir el verbo amar
era un verdadero estado de Gracia.
Cierto día
las semillas dieron sus frutos
y se multiplicaron,
convirtiendo el bosque en un hermoso paraíso
que el sembrador quiso compartir
con todos los hombres de la Tierra.
Y mientras éstos comían y se hartaban satisfechos
el sembrador sonreía feliz.
De esta manera pasó el tiempo
-o los hombres pasaron por el tiempo-
y un día
el sembrador tuvo que hacer un viaje
hacia un lejano lugar.
(continuará...)
ResponderEliminarHabía llegado la época de sequía
y los hombres no se preocuparon por alimentar
a las semillas de amor
ni de seguir cultivándolas sobre la tierra,
ya que su único interés era
consumir poco a poco
los frutos que con su propio esfuerzo
jamás habían hecho brotar.
Aunado a esta desamorosa actitud,
las malas hierbas también empezaron a causar estragos
en las semillas
disminuyendo aún más su resistencia.
Sin darse cuenta de las nefastas consecuencias de sus acciones,
y encubiertos por la gruesa capa de su ignorancia,
los hombres empezaron a disputar
sobre la posesión de los restos del paraíso
porque entre ellos había nacido la envidia ...
La sangre derramada fue penetrando lentamente
en los poros de la tierra.
Los mas fuertes cantaron su victoria
en tanto que los más débiles gimieron su desgracia
y huyeron hacia las cuevas y los pantanos
condenados a la inseguridad de subsistir.
Los vencedores dieron fin a toda semilla de amor
y se fueron consumiendo en los desolados desiertos
de aquel deprimente estado de cosas.
Una vez más,
el hombre se alejaba del auténtico amor
y en su ignorancia creaba la soledad del mundo
en donde se a-ho-ga el corazón.
Todo por el absurdo
de negarle el agua
a una flor.
Cuando el todo
consistía en captar la expresión de amor
de su presencia,
en escuchar el llamado amoroso de su corazón
que- como un brazo extendido
y la mano abierta para asir-
a gritos suplicantes mendigaba
una señal de comprensión;
cuando el problema fundamental
de la existencia humana
tiene una respuesta tan sencilla como:
¡llenar la sed interior
con el líquido vivificante
de un cariño sin reservas!
III
Cuando el sembrador regresó al punto de su partida
la inquietud de una gran melancolía sobrecogió su corazón.
Se adhería a su piel y a sus entrañas
el recuerdo de la unión infinitamente tierna
con sus amadas semillas
y herído en su ternura,
una tempestad de dolor redujo su alma
a mortal angustia.
Y en tan terrible crisis espiritual
creció su capacidad de entrega
a un grado tan sublime
que engendró un río de amor
con sus lágrimas dolientes.
Y el mensaje bueno que vivía en su corazón
se perpetuó a través de las edades
porque ese río de amor no es sino
LA FUENTE DE ALIENTO
de la cual siguen bebiendo los sembradores
hasta nuestros días
y con la cual siguen sembrando semillas de amor
en el corazón de un bosque
en el bosque de un corazón!